“Mis compañeros se alejan cuando me acerco…a veces me señalan y se ríen de mí, pero no sé porque lo hacen yo no veo nada malo en mi”.
Por mi experiencia los niños y adolescentes a los cuales se les hace bullying o algún tipo de maltrato o destrato verbal o físico son aquellos que por empezar no son parte del grupo.
Con el grupo me refiero a que en las escuelas/colegios hay diferentes tipos de grupos y motivos por los cuales se juntan.
Son generalmente niños que tienen su propio mundo interior, en ocasiones les gusta estar más bien solos y son muy buenos en lo que hacen en la escuela, suelen destacar por sus capacidades intelectuales o de rendimiento.
Incluso muchas veces ellos no son conscientes de que están sufriendo bullying son otros quienes se lo dicen.
El bullying aparece no solo para mostrar que él/ella es diferente sino también que no se integra al grupo que quiere manipularlo.
Son personas que suelen elegir y tomar sus propias decisiones y que por lo tanto no lo hacen a través de un grupo, no necesitan al grupo.
No siempre hay que ser parte del grupo está bien y es sano elegir estar también solo.
Estos niños pueden integrarse sin ningún problema a cualquier tipo de grupo, por lo general son muy flexibles y adaptativos, sino lo hacen es porque no comparten los valores que fundamentan al grupo y como dije antes, está bien que elijan.
Por lo general en el futuro serán adultos líderes a los cuales la gente seguirá o la gente tomará de ejemplo, siempre y cuando hayan tenido en su momento un buen soporte desde la familia, escuela y sociedad condiciones adecuadas de tiempo y lugar que funcionen eficazmente ante este maltrato.
Un niño maltratado no comenta esta situación a los padres o a sus profesores en la escuela ya que suele pensar que hay algo malo en él por el cual sus compañeros lo marginan, así que, lo vive más bien como “una penitencia merecida”.
Otros no saben que lo sufren ya que en su propia casa viven también el bullying por parte de algún hermano y en ocasiones por parte de los padres, así que en estos casos son los maestros y profesores los que detectan el sufrimiento de los mismos.
Los síntomas más comunes son el retraimiento como respuesta ante el maltrato ya que para que no sigan haciéndole Bullying se alejan más y más, pero esto solo lleva a aumentar el maltrato. Sufren pesadillas, se angustian mucho, no quieren ir a la escuela y el rendimiento escolar baja.
Hoy en día el bullying que en realidad existió siempre ya no es más tolerado por la sociedad y en las escuelas no solo hay controles estrictos sino también gabinetes psicológicos que dan soporte a estos niños /adolescentes.
Es importante que los padres estén atentos a los cambios en el comportamientos de sus hijos y generar una comunicación de confianza y seguridad que no solo les sirva a ellos para poder expresarse sino también como contención y ayuda.
Para un niño que está atravesando un bullying es importante saber que sus padres están, que tienen el soporte, el amor y la ayuda que necesitan de forma permanente.
Licenciada Adriana Gimenez – Psicóloga