“Se dice que la realidad supera la ficción y parece con lo que se esta viviendo hoy que no hay dudas.
Después de ver lo que hoy esta pasando en el mundo, en nuestra realidad diaria deberíamos preguntarnos…que cosas valen la pena y por cuales vale la pena luchar.
Es que es así y aquí volvemos a lo que tantos filósofos plantearon en su momento el tener o el ser.
Vivimos en un mundo capitalista, donde se debe desde que se nace lograr objetivos diarios, ir a la escuela desde muy pequeños, estudiar una profesión, no olvidarse del idioma ingles porque este es el idioma universal y además conseguir un trabajo ya que si no trabajo no podré obtener mis metas tan ansiadas, después de todo el dinero es el objetivo final y parece ser que mis metas solo las puedo obtener a través del dinero.
Lo que estamos viviendo hoy, lo que nos esta pasando internamente y externamente no merece que volvamos a replantearnos lo que realmente vale la pena?
Cuales son mis valores, cuales son mis pasiones y porque vale la pena seguir acá?
Hasta ahora el mundo nos gritaba que debíamos ser de una determinada manera para lograr determinadas cosas, ademas de hacer lo que él nos indicaba…Realmente hoy creemos que esto tiene que seguir siendo así?
Que la vida solo se puede vivir de una sola forma?
Cuando mi salud se resiente porque tengo un trabajo que me estresa, porque las relaciones que tengo no son sanas, porque cada día hay más personas solas más allá de la tecnología, por la ambición que hace que los objetivos del hombre de hoy sean solos materiales, porque debo tener para ser alguien…
No me pregunto quien soy?
No merece la pena saber quien soy y si es realmente este mi camino?
Estamos en este mundo para esto? Esto es todo? Simplemente el “tener” lo es todo?
No lo es.
Los profesionales de la salud día a día se enfrentan con personas que para poder seguir este ritmo tienen que medicarse porque tienen depresión, ataques de pánico, angustia o ansiedad y esto es un indicativo claro de que el ser humano no esta viviendo la vida de la forma que es natural para él.
Si para vivir cada día, si para seguir tengo que estar medicado, enfermo o solo, probablemente este no es el camino.
Ya que si me enfermo es un indicativo de que algo de lo que estoy viviendo no esta bien y de hecho el mundo hoy esta enfermo.
Quizás lo que estamos viviendo sea un indicativo de que debemos volver a las fuentes, a nuestras raíces, a tener en cuenta nuestra naturaleza, a respetar nuestros valores y sobre todo a apreciar nuestros afectos.
Se que no es fácil, hemos crecido corriendo como si estuviéramos en una competencia continua para lograr no se que, pero quizás ya es hora de parar y mirarnos no solo a nosotros mismos sino también a los que tenemos al lado, nuestro entorno, nuestra comunidad y empezar a compartir, empezar a confiar no solo en nosotros mismos sino en los otros, a darnos una mano y saber que el otro es solo una más que esta viviendo y sintiendo lo mismo que yo, que no es nuestro enemigo y que si realmente extiendo la mano jamas alguien la rechazará porque él esta esperando lo mismo que tu.
Vayamos al encuentro con nuestra humanidad, con la humanidad y la fragilidad del otro y cuidémonos y cuidemos al otro, este es solo el camino hacia una buena vida, hacia una vida saludable, hacia una vida donde tenga sentido ser realmente quien soy sin tapujos, con respeto hacia el otro, dando todo lo que tengo adentro ya que ese amor que no estoy dando es el que enferma.
Nacimos para amar y hasta que no lo entendamos seguiremos enfermando.
El camino que hacemos en terapia es siempre un camino hacia el amor, un camino donde debemos escarbar para encontrar nuevamente ese ser que somos y llevarlo a la superficie, hacia la luz para que brille pero no por el éxito, por ser exitoso sino por ser la mejor versión de mi mismo.
Licenciada Adriana Giménez- Psicóloga