El vocablo latino perdita se transformó, en nuestra lengua en pérdida.
El concepto se emplea para nombrar a la falta o ausencia de algo que se tenía. Cuando una persona dispone de una cosa y luego la pierde, podrá decirse que sufrió una pérdida.
Por lo cual habrá perdidas elegidas o perdidas que por diferentes circunstancias de la vida no elegimos perder y sin embargo se dan.
Siempre tengo que perder algo?.
“Cada vez que elijo, siempre algo pierdo”.
Por ejemplo, si elijo la libertad como estilo de vida tendré que ser consciente de que probablemente no tendré una pareja estable o hijos…ya que mi valor elegido fue la libertad y esto requiere una perdida del tener ciertas personas o cosas a mi alrededor.
Por lo tanto diríamos que nos enfrentamos sin saber a un duelo, aunque sea pequeño, muchas veces ni siquiera seremos conscientes, porque no nos dolerá, pero es un duelo...las pequeñas perdidas de tener que elegir entre esto o aquello.
A que llamamos Perdidas en nuestra vida?
Perder una persona amada, perder un trabajo, perder una calidad de vida que tuvimos y que por diferentes situaciones ya no la tenemos, etc.
Como aceptarlas y lidiar con las perdidas?
Bueno, en realidad no tenemos muchas opciones.
Las perdidas son parte de nuestra vida, del ciclo de la vida y no me sucede solo a mi, le sucede a todos, simplemente que hay personas que las aceptan, aceptan el costo que tienen que pagar por la perdida ya sea elegida o no y otras que se quedan ahí….peleando…mirando…o sin decidir continuar su vida…como si su vida estuviera o se pusiera en stand by.
Si aceptamos, diríamos que estamos hablando de un indicador de salud, ya que después de todo, como dije antes, no hay opciones de que no sucedan, pero, si podemos elegir como “reaccionar” ante una perdida…y esto si hace la diferencia.
En caso de que no aceptemos la “pérdida” probablemente empezaremos a sufrir, a estar mal, y es aquí donde sí deberemos acudir a un profesional psicólogo, ya que tendremos que hacer terapia para poder superarla.
Como nos ayudaría un psicólogo?
Enfrentándonos con ella (la perdida), ayudándonos a transitar las diferentes etapas del duelo hasta llegar al punto en que podremos seguir adelante con nuestra vida.
Es importante saber que si no actuamos, que si no reaccionamos, ya que en ocasiones no somos conscientes que lo estamos haciendo y son otros los que nos hacen ver esto, podríamos empezar a tener síntomas como ansiedad, angustia e incluso llegar a una depresión o melancolía.
Por eso es importante que estemos atentos, que nos cuidemos y cuidemos de los que amamos.
Licenciada Adriana Giménez – Psicóloga.