Fue un año difícil, divorcio y varias mudanzas hacia otros países, nuevos trabajos, accidente de coche y cuando vuelve a su país encuentra a su padre internado en un hospital muriéndose.
No pudo más…pero no se dio cuenta que “algo le había pasado” que estaba diferente, los demás se lo decían, lo único que notaba era que dormía mucho, se levantaba por la mañana, comía algo rápido y volvía a dormir y así continuaba durante todo el día por meses además de que para cada cosa que debía hacer necesitaba un esfuerzo extra.
“Sentía que andaba por el mundo arrastrándose”.
Empezó a buscar ayuda profesional. Comenzó con médicos que le hicieron muchísimos estudios y no encontraron nada, psicólogos, psiquiatras…
…hasta que finalmente dio con un psicólogo que le dijo “Tienes Burnout”.
Era la primera vez que escuchaba esa palabra…que era el Burnout?
El Burnout es cuando nuestra mente nos dice de alguna forma “Estas quemada”…te rompiste…
Es un estado donde al haberse acumulado muchas situaciones fuertes vividas ligadas a duelos (“divorcio”, “mudanzas”, “cambios de trabajo”, “accidente”, “enfermedades”) hizo que su mente de alguna manera se bloqueara….como una PC y la única salida era resetear el sistema.
La denominación Burnout surge como un “síndrome laboral” solo se hablaba de esto en relación al trabajo pero en realidad con el tiempo se ha visto que el Burnout convive con nosotros.
Ya que el Burnout es el Stress excesivo acumulado y no siempre en años, relacionado a temas emocionales muy fuertes que nos suceden todos juntos.
Por suerte hoy se está teniendo mayor información sobre este síndrome que en realidad no es una enfermedad sino que está ligado a muchas situaciones dolorosas que se viven todas juntas a la vez en un periodo corto de nuestra vida…
…y es como que nuestra mente “estalla” y dice “hasta acá llegue”.
Esto es lo que estamos muy comúnmente viviendo hoy en día, algunos ni siquiera se enteran, si se dan cuenta que todo les cuesta más hacerlo, pensarlo, vivirlo, pero no son conscientes que están mal y que necesitan ayuda.
Otros que finalmente sí reconocen que solos no pueden y que algo les está pasando y que no saben exactamente qué es y que necesitan apoyo, recurren a un psicólogo.
El Burnout afecta nuestra vida diaria y todo lo que comprende (familia, trabajo, pareja, amigos, etc.), nuestra salud física y mental y además nuestras relaciones en general con el mundo.
Nos cuesta seguir, se nos hace difícil seguir adelante ya que al no saber que es ni cómo manejarlo ni que herramientas usar se hace difícil salir de ese estado.
A través del llamado “apoyo o soporte psicológico” que es una cura corta y enfocada, podemos resolver las dificultades que ocurren ocasionalmente en la vida.
Principalmente en momentos especialmente críticos y estresantes o que aparecen de la nada y no parecen estar relacionados con ningún hecho significativo de la existencia y que conducen a un cambio específico de la persona, a la modificación de aquellos aspectos únicos de uno mismo que han quitado a la persona el equilibrio, la satisfacción y la serenidad.
Por eso la posibilidad de tratarlo con un profesional psicólogo que no solo conozca este tema y trabaje con personas que sufren Burnout sino que nos acompañe en este proceso hasta poder salir del mismo es sumamente importante.
El tomar conciencia y reconocer que no todo lo podemos sino que hay cosas que se escapan de nuestras manos, que no podemos manejar y que necesitamos que alguien nos ayude que no sea un familiar o un amigo sino un profesional, es la salida más sana y el camino más certero hacia la curación.
Licenciada Adriana Beatriz Gimenez, Psicóloga.