El miedo es una emoción que frente a una situación posible de peligro ayuda por lo general a actuar, digo por lo general ya que a veces el miedo paraliza, pero siempre y desde el instinto es positivo…pero claro, estamos hablando del miedo real, donde hay un objeto o algo que viene a perturbar la tranquilidad y genera esta emoción, pero existe, es real, por ejemplo: la perdida de trabajo, un animal que puede atacar, etc.
Una vez vi una película donde un par de niños de África son adoptados en Estados Unidos y ellos le preguntan a la asistente social: ¿de que cosa debemos cuidarnos aquí, a que le debemos tener miedo?, ya que en nuestro países de los leones que debemos cuidarnos…es interesante como se los queda mirando la asistente social, ya que en nuestra cultura capitalista seguramente no sera a los leones que le tengamos miedo y muchos de esos miedos incluso no serán reales, sino imaginarios, creados en nuestra psiquis, de los cuales a veces tenemos la suerte de saber cuales son y la mayoría de las veces no, provocando que lleguemos a situaciones tales como ataques de pánico, fobias, etc.
Y aunque la familia, amigos o parejas, digan que no es nada, que no debemos preocuparnos e incluso lo vean irracional porque para ellos no tiene sentido ese miedo, para otra persona ese miedo es “Limitativo”.
Lo limita en su quehacer diario, en su vida le va poniendo como obstáculos, que tarde o temprano cuando se sienta acorralado y piense que no puede hacerle frente, aparecerán los ataques de ansiedad como respuesta.
Y aquí vienen las preguntas: por que tengo miedo a eso? Como es que le tengo miedo a eso? Y la peor de todas Para que le tengo miedo a eso? Es decir cual es la finalidad ultima o el beneficio que estoy obteniendo de este miedo? Para que me sirve?
Porque si sé a que le tengo miedo puedo…controlarlo no? Pero si no lo sé? Que hago?
Cuando una persona siente un miedo abrumador, no lo puede controlar y además no sabe a que, aquí no queda otra alternativa que dirigirse a profesionales como psiquiatras o psicólogos ya que el psiquiatra en casos que sean necesarios medicará y el psicólogo a través de la palabra podrá ayudar a liberarlo de ese miedo, pero esto no es mágico, lleva tiempo y además lleva un trabajo que no solo corresponde al psicólogo sino también al paciente.
Esto es importante aclararlo, ya que por lo general las personas que visitan al psicólogo piensan que todo se termina allí, que una va a terapia y no solo esta curado sino que solo se puede resolver en ese lugar su problema.
Lamentablemente no es así, el paciente deberá seguir trabajando hasta el próximo encuentro.
Hoy, con el coronavirus estamos sintiendo un miedo que es real pero invisible y por eso asusta más, porque no sé ve, no se puede tocar, ni siquiera se puede ver venir para al menos reaccionar escapando, este “eso” llamado coronavirus viene a generar un miedo mucho mas atroz que los reales o imaginarios …porque acá no hay posibilidad de controlarlo, de inmovilizarlo, dependemos de los demás para que nos ayuden, para que no se propague, para que no nos lastime…que finalmente es lo que hace…enfermar.
Este miedo nos pone en una situación de indefensión absoluta, estábamos acostumbrados a arreglárnoslas solos, la libertad de movimiento, el relacionarnos según nuestra elección y de repente no somos nosotros los que ponemos las condiciones y mucho menos los límites…es un otro y encima es invisible…no sé quien es…no lo conozco.
Por eso se entiende que mucha gente ya no quiera salir de sus casas, se sienten mas contenidos y seguros dentro de ese ambiente…y está bien, siempre y cuando no perjudiquen su salud en este encierro.
Si notas que este encierro te está afectando, debes tomar la decisión de buscar la ayuda acorde a esta situación a través de la red de psicólogos que están trabajando y dando soporte.
Licenciada Adriana Giménez – Psicóloga
Contactar: info@adrianabeatrizgimenez.com