Desde que nacemos estamos en un estado permanente de duelo. Cada día que se va, cada cosa perdida, cada persona perdida, vivencias que ya no volverán, etapas maravillosas que se perdieron, ruptura con amigos, con parejas, con la familia, perdida de seres muy queridos, trabajos amados, lugares soñados y así podría continuar con la lista que sería interminable nos genera un duelo.
Te sentís angustiado y no sabes porque?
Bueno, probablemente estés viviendo o pasando por un duelo.
Los duelos los podemos reconocer porque sentimos mucha angustia, muchas personas dicen que el dolor que sienten es como si se hubiera muerto alguien incluso cuando no sea esa la perdida vivida y se siente en el pecho.
Lloramos y recordamos una y otra vez cada detalle de lo perdido, si fue una pareja la última conversación, si fue un padre el último adiós, si fueron amigos las últimas complicidades y risas compartidas y si fue un trabajo los momentos compartidos con nuestros compañeros de trabajo.
En los duelos esa sensación de angustia que sentimos y todo lo descripto con anterioridad ante una situación/ persona perdida son considerados “normales” son parte de nuestra existencia, nos guste o no.
El problema realmente surge cuando este duelo se prolonga en el tiempo, cuando el duelo se nos hace eterno y tenemos la sensación de que estamos dentro de un laberinto donde no podemos encontrar la salida.
Vemos que el mundo pasa frente a nuestro ojos pero nosotros seguimos de pie mirando.
Los demás siguen viviendo una vida o “su” vida y pasándole cosas pero nosotros quedamos detenidos en el tiempo…en ese momento “justo” donde se produjo la pérdida del objeto o la persona tan amada.
Entonces intentamos hacer cosas, cambiar de trabajo, comprar un perro, cambiar de ciudad, pero no importa cuántos cambios externos hagamos…el cambio interno no se produjo seguimos en duelo o de duelo.
Cuando sentimos todo esto y vemos que no importa todo lo que hacemos o hagamos para salir adelante, después de todo “nada” funciona, entonces es ese el momento en el que ya podemos estar seguros de que estamos frente a la tan famosa y actual llamada “Depresión”.
Actualmente se habla que prácticamente toda las personas del mundo están o estuvieron con depresión.
Como es posible que en nuestra época con los avances y crecimientos positivos que se han dado y se siguen dando en el mundo, el ser humano no pudo seguir evolucionando a la par?
Quizás nos estamos exigiendo a nosotros mismos mucho pretendiendo una vida que no podemos alcanzar? Quizás nuestros objetivos son mucho más altos de lo que podemos o realmente queremos vivir?
Como sea, creo que todas estas preguntas solo las podemos responder nosotros mismos pero a veces no sabemos cómo por más que lo intentemos no encontramos respuestas y es entonces cuando quizás necesitamos a alguien que nos ayude a pensar y re inventarnos a nosotros mismos nuevamente para poder salir de este estado de duelo interminable llamado Depresión. Es en este momento en que la ayuda, el acompañamiento y la profesionalidad de un Psicólogo debe estar presente.
Licenciada Adriana Gimenez-Psicóloga.