Conformar una pareja no es fácil, aunque se suele pensar que si.
Todos pueden tener una pareja pero para que haya una buena relación entre los miembros que permita que sea una pareja duradera…eso es otra cosa.
Para ello se necesita no solo dos personas, sino establecer valores como el respeto, la confianza y el cuidado hacia el otro.
Además algo muy importante…y es que ambos crecen dentro de la pareja de forma diferente y es esencial que el miembro que crece levante o empuje al otro constantemente, de esta manera la pareja no se transforma en una desigualdad de conocimientos, experiencias, aprendizajes, proyectos, deseos y poder, sino que ese otro realmente se convierte en su partner aquel con el que compartir la vida.
Esto de compartir a algunos puede generarles preocupación …no tienen porque compartir todo, de hecho seria favorable que cada uno tenga su espacio para hacer cosas que le apasionan o estar con amigos y familia con la que necesitan estar, no tienen porque contarse todo, tampoco tiene que convertirse en una relación simbiótica es decir, no hay que irse a los extremos, o todo o nada o blanco o negro.
La fórmula sería compartir el día a día, de una manera simple en el cual nunca falte la comunicación (hablar sobre las cosas que vivieron ese día, cosas que se le ocurrieron, etc.), ayudarse mutuamente en las cosas que tienen en común (ya sea en la casa, en un hobby, un negocio juntos, etc.) estar atentos a las necesidades del otro/a, poder traducir que cosas realmente lo/la harían feliz (si no se sabe se puede preguntar) pero en realidad el amor esta hecho justamente de esas pequeñas cosas, pequeños detalles que hacen que la pareja siga eligiéndolo/a.
Una de las frases que ha ayudado a que una pareja nunca funcione es la famosa frase: “Los opuestos se atraen” y la verdad es que no es así.
Para que una pareja sea pareja y realmente tenga continuidad en el tiempo es justamente lo contrario, tener cosas en común, cosas que comparten, valores, formas de ver la vida, cultura, idiosincrasia, objetivos, deseos, incluso hobbies! divertirse con su pareja es una de las mejores cosas que a uno le puede pasar.
De hecho las parejas que han funcionado a lo largo de la vida han podido lograr eso porque primero fueron amigos y después fueron pareja.
Se conocen, se entienden, se aprecian y quieren por lo que son, porque conocen todo lo bueno y lo malo que el otro tiene, que le paso, o lo compartió con él/ella.
Hay que diferenciar el amor del enamoramiento.
El enamoramiento dura poco Freud hablaba en su época de 2 años yo diría que ahora en nuestros tiempos dura apenas meses, pero el amor es lo que queda de ese encuentro entre dos personas.
Encuentro, si, hablo de ello, porque lo que hace que una pareja conecte es el encontrarse con el otro/a no solo en la comunicación, sino es algo que se siente.
Muchas películas llaman a esto “Magia” y si, es así, es Magia.
Podemos enamorarnos de la forma de ser del otro/a, de su cuerpo, de su belleza exterior, pero lo que amamos es lo que “es”, su “ser” y esto lleva más tiempo verlo, digamos hay que darle tiempo para poder percibirlo y que el otro lo muestre, ya que las personas no se muestran tal cual son desde el inicio, eso viene con el tiempo.
Pero si se siente que quizás esa persona es la indicada, que podría ser la persona con la que compartir la vida, deben permitirse dar y darse ese tiempo.
“No es fácil el encontrarse con el otro/a… y si finalmente lo logras, no pierdas esa oportunidad”.
Licenciada Adriana Giménez – Psicóloga Online.